Franciscanas de la Purísima Concepción

Clausura del I centenario de la muerte de Madre Paula.

La  celebración del  primer  Centenario  de la muerte de Madre Paula,  dio comienzo el día 2 de junio de 2012   en Murcia.   Durante este  año  se llevaron a cabo diversas actividades: religiosas, culturales,  teatrales tanto en la Casa Madre  como en las diferentes comunidades  que formamos la Congregación.  En cada lugar según  las posibilidades y la misión apostólica que  las Hermanas realizan.

Y llegó el día de la Clausura, el 1 de junio de 2013, a realizarse en la Casa Madre de Murcia, preparado con  gozo  e  ilusión por el  Gobierno General.

A  las 17:30 horas, se  abrió  el  acto oficial, con el  SALUDO DE  LA  SUPERIORA GENERAL, Sor Mª Pilar Salaverri Cabanela, que citamos a continuación:

Emmo. Sr. Cardenal Carlos Amigo, P. Jesús Hernández Martín, Ministro Provincial de la Seráfica de Cartagena, hermanas y hermanos franciscanos, colaboradores en nuestras casas franciscanas, amigos y amigas: Que el Señor os dé la paz.

El pasado 2 de junio de 2012 inaugurábamos el I Centenario de la Muerte de Madre Paula. Felizmente, hoy, lo clausuramos.

En mis primeras palabras quiero hacer nuestra la actitud agradecida de Madre Paula: “¡Bendito sea el Señor que tanto nos protege y bendice”. “Hemos visto su mano en este pequeño rebaño franciscano”. Y, cómo no, a la Santísima Virgen, nuestra Madre Purísima que ha sido siempre y especial en este año centenario “nuestra cartera” para recabar de nuestro buen Padre Dios aquellas gracias que nuestra Congregación más desea y necesita para estar a la altura de lo que Él espera de nosotras franciscanas.

Gracias muy sinceras a nuestro querido Sr. Cardenal Carlos Amigo. Su presencia entre nosotros nos hace sentirnos muy felices como hijas de la Iglesia e hijas de de Nuestro Padre San Francisco.
También, gracias a la Provincia franciscana de Cartagena por su colaboración en este Centenario.

Hermanos, hermanas y amigos:

Este año centenario ha sido un tiempo de especial gracia del Señor  para nuestra Congregación de Franciscanas de la Purísima Concepción y para las muchas personas que nos han acompañado.

Un año de oración, plegaria, y acción de gracias al Señor por habernos dado el don de la vocación en el carisma de esta hija del Serafín de Asís.
Un tiempo gozoso de encuentros fraternos entre las hermanas de aquí y allende los mares y los continentes en donde se encuentra presente nuestra Congregación.
Ha sido un tiempo en el que hemos caminado gozosas, en este Año de la Fe,  con las miras en la Providencia de Dios, como nos alentaba Madre Paula.
Un año, además, en el que hemos sentido el calor y cariño de nuestras iglesias locales por medio de las celebraciones eucarísticas  en cada una de nuestras fraternidades en España, América y África.
Ha sido también un tiempo en que nuestras comunidades asistenciales, educativas y centros de acogida, con sus respectivos residentes, profesores, alumnos y todas las personas que comparten nuestra misión apostólica, han vibrado en tantas actividades lúdicas, festivas, religiosas y teatrales. En ellas se ha puesto de manifiesto la alegría de la fe y el entusiasmo por nuestra fundadora, la sierva de Dios M. Paula.
Ha sido un año en el que hemos conocido y profundizado en la historia y espíritu de Madre Paula con las Jornadas de  formación y estudio que celebramos en esta casa Madre y que ahora hemos editado.
Ha sido un tiempo en el que, damos gracias a Dios, por habernos dado la extraordinaria gracia de tener entre nosotras la edición de la Biografía teológica de Madre Paula, elaborada por el P. Fresneda, que, a buen seguro será un eficaz instrumento para estudiar, conocer y orar con la arqueología cristiana y franciscana de nuestra Fundadora.
Ha sido un año en el que también, como medios de conocer más y mejor el perfil humano y creyente de Madre Paula,  se han publicados dos hermosos textos sobre la vida de Madre Paula, de Sor Laura García Ramos, que muchos ya conocéis,  y del profesor D. Ulderico Parente, Consultor de la Congregación de la Causa de los Santos, de inmediata aparición.
Ha sido un año en el que, a la par, hemos ido caminando a los impulsos del Espíritu.

Dios quiera, que este amanecer de renovación espiritual de la Congregación se vea acompañado por nuestros frutos de santidad, y que, con el favor de Dios y de la Iglesia, veamos pronto la beatificación de nuestra Fundadora.
Hermanos y Hermanas, demos gracias a Dios y a nuestra Madre Purísima por tanta siembra espiritual. Quiera Dios, y así oramos, para que la  semilla caída en nuestras vidas, dé una hermosa cosecha de caridad franciscana.

PRESENTACIÓN DE LIBROS Y CONFERENCIA

Seguidamente,  fueron presentados los libros: Biografía teológica. Madre Paula Gil Cano: “Debo dejar  a Dios por Dios”  y el libro de las Actas: “Historia y Evangelio”,  que recogen las ponencias pronunciadas con motivo del   I Centenario de la Madre Paula.

 El  primero fue presentado por su autor: Francisco Martínez Fresneda, quien  expuso los cuatro apartados de esta obra que ha escrito con gran cariño  hacia la Madre Paula   y la Congregación. El autor del segundo es Pedro Riquelme Oliva, ambos franciscanos de la fraternidad de la Merced.

A continuación  el Sr. Cardenal   Carlos Amigo Vallejo (OFM), pronunció la  conferencia conclusiva del I Centenario de  la muerte de  Madre Paula, teniendo en cuenta la biografía  teológica de la vida de nuestra Fundadora.

EUCARISTÍA

A  las 20 horas celebración de la Eucaristía en la iglesia de la Merced (Murcia) que presidió el Cardenal Carlos Amigo  y concelebrada  por los franciscanos: Jesús Hernández Martín (Ministro Provincial),  Francisco Martínez Fresneda, Pedro Riquelme  Oliva,  Víctor Sánchez Gil,  y otros sacerdotes más.

En la homilía el Sr. Cardenal destacó el amor de  Dios  que  se hizo presente en la vida de Madre Paula.   Este amor, era fuego  que le quemaba por dentro  y  le llevó a socorrer  a los niños, a los ancianos, a los enfermos… a los más necesitados de su tiempo.

La animación estuvo a cargo del grupo SILOÉ y  un grupo de Hermanas.

MESA FRATERNA

Después de la celebración religiosa,  pasamos a  la Casa  Madre  a  compartir  la amistad, la alegría  y la mesa fraterna, por este  acontecimiento  gozoso para nosotras  Franciscanas de la Purísima.

De corazón agradecemos a Dios nuestro Padre su amor, su bondad y  misericordia con nosotras, con nuestra Congregación y con las personas que comparten nuestra misión apostólica.